18 de marzo de 2011

House MD: My body is a cage

Normalmente divagaría más al establecer el contexto en este primer párrafo; sin embargo, voy a hacer una excepción y esta vez no vacilaré por las tangentes, sino que apuntaré casi al tema corazón del motivo principal: lo que implica la ruptura de una relación. Al menos para aquellos que alguna vez se han metido de lleno en un compromiso de esta clase, el cual por A o B motivos ha terminado compensándoles de mala manera, sabrán que los sentimientos experimentados muy al final del evento no son nada agradables (para nada agradables). Y si sumado a esto se ha tenido la oportunidad de escuchar a alguien más sobre lo que piensa o siente al respecto de un hecho similar, se habrá percibido la diferencia de opiniones. Se habrá advertido que no todos reaccionan igual ante un suceso similar. El punto es que, incluso considerando esta condición, siempre aparecerá el caso que, por alguna extraña razón, llamará la atención de sobremanera. En esta ocasión, nuevamente ha sido el turno de House para deleitarme con su retorcida respuesta ante esa cuestionable ruptura con la que acabó el episodio anterior.

vlcsnap-2011-03-18-15h19m13s129

Y hay que decirlo todo, "vaya respuesta".

Me es imposible citar a "llorar" como la reacción normal, aunque sí me atrevo a mencionarla como la más común. Pese a eso, las respuestas violentas también son de esperar, sobre todo de determinados tipos de personas (sí, de aquellos a los que se les tensionan los hombros y hacen puños cuando se alteran, miedo-miedo); sin embargo, ambas reacciones tienen algo en común, exponen un interés por la pérdida, un grado de afectación por el problema, y eso es algo que ni los orgullosos, ni los egoístas, ni los (dependiendo de como auto argumenten) racionalistas, estarían dispuestos a demostrar, aún más si le sumamos el toque de cinismo tan propio del doctor protagonista. No se trata de una simple represión, más bien de una fuerte negación, la cual conduce a la tan conocida lista de los cinco steps para superar una etapa de desesperación como ésta: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Pero dada la capacidad para racionalizar de House (herramienta defensiva típica), era seguro que quedaría inmediatamente atrapado en la primera fase del listado mencionado, incluso cuando él mismo comprendiese su posición, se contra argumentaría y le sería imposible salir de ese vicio al menos pronto.

vlcsnap-2011-03-18-14h30m24s18

Lo que convierte a Greg un caso crítico es, tanto lo anterior mencionado, como su otro instrumento de escape: la vicodina. No se puede tomar más a la ligera a esta droga, al menos no como cuando recién se conocía a House y a su índice absurdo de consumo en los primeros episodios, en los que las respuestas se limitaban a cumplir con explicar que la ingesta de píldoras se debía al dolor de su pierna y punto. Casi en broma, e incluso luego de descubrir la verdadera historia detrás de la cojera y la adicción, este sentimiento no cambió mucho. La diferencia entre el ayer y el hoy radica en que ahora sí que se ha caminado de la mano con la relación entre el ex ex drogadicto y Cuddy, así como apreciado la violencia con la que la ruptura afecta a los personajes. Ésta no es ya la divertida mecánica de "traga una pastilla y haz una broma", sino una obvia vía de evasión de un dolor no precisamente físico. Es algo que hay que tomarse en serio.

vlcsnap-2011-03-18-14h34m35s211
vlcsnap-2011-03-18-14h35m28s245vlcsnap-2011-03-18-14h34m16s36vlcsnap-2011-03-18-14h34m13s0

El vicodin es lo que le alivia el dolor, sea físico, sea emocional, armado con ello, no importa qué tanto le digan los demás sobre su estado, que le recalquen que lo que hace no puede ser saludable, ni que él mismo sea consciente de su actitud autodestructiva; gracias al consumo él no se siente mal, y armado de su cinismo y conocimiento, no va a escuchar a alguien que le venga a decir lo contrario. Sin embargo, es ahí donde surge lo más resaltante del capítulo: la incapacidad de House para elevar su grado de emoción. Como consecuencia del uso de la vicodina, o simplemente por el hecho de haber perdido de vista la gracia del mundo, esta ineptitud se presenta como el motor de la mayoría de acontecimientos expuestos en el episodio. Sea viendo al tipo rodeado de prostitutas y buscando nuevas maneras de divertirse, o sea observando los procedimientos que siguió al tratar a su último paciente. Tratamiento que se lleva el premio al más intenso de todos (o casi, que de seguro me olvido de alguno).

vlcsnap-2011-03-18-14h41m30s187
vlcsnap-2011-03-18-15h11m58s130vlcsnap-2011-03-18-15h12m24s128

No se puede ocultar la agresividad con la que fue llevada a cabo la discusión con Cuddy, esto es por no poder apartar el resentimiento del actuar, así como tampoco dejar espacio para nada más. No es el mismo debate vehemente que siempre ha acostumbrado la pareja tener, sino más bien uno en el que un lado mostraba una debilidad que comprometía el diálogo, y el otro devoraba en absoluto al contrario tras sentenciar un irrebatible punto final tácito. Me imagino yo que es una mezcla de culpa y tristeza versus el cinismo y negación anteriormente citados. Cuddy es clara con Wilson, ella nada puede hacer para ayudarle a House con su problema, debido a que ella es el problema.

vlcsnap-2011-03-18-14h32m13s91
vlcsnap-2011-03-18-14h32m19s146vlcsnap-2011-03-18-14h32m23s182vlcsnap-2011-03-18-14h32m11s70vlcsnap-2011-03-18-14h32m24s202vlcsnap-2011-03-18-14h32m28s240

Y la escena final (oh, la escena final), una jugada sucia con los sentimientos de los televidentes, dada la tensión del episodio, el confirmado desgano por la vida del protagonista, como también el en general estado de depresión del mismo, todo se presentó de manera propicia para recrear esta toma de tal forma que por poco me la creo. Podía ser cierta por todas las razones del mundo, pero no podía ser verdad porque (sino se acaba la serie) House lleva racionalizando todo el tiempo y como regla principal nunca se puede ignorar el principio de supervivencia. Suicidarse nunca es una opción. Sin embargo, este pensamiento por el que me negué a ver lo que estaba viendo fue más bien resultado de una proyección, eso es, lo que yo hubiera pensado en su lugar y el por qué no hubiese saltado para matarme. No sé si el jefe del departamento de diagnóstico piense de esa manera, para empezar ni siquiera decidió suicidarse, pero es un hecho que su negación no es algo que nadie crea le lleve por buen camino. Debido a la trampa, debido a conclusión anticipada, no interesa, cuando se es un caso crítico, no es que hayan muchas opciones.

vlcsnap-2011-03-18-14h33m03s78

Inclusive si se es House.