22 de abril de 2011

Puella Magi Madoka Magica: El Concepto de Madoka (al inicio y al final de los tiempos)

"Hey, tú, chica de cabello negro que puede congelar el tiempo y viajar al pasado a su antojo, Homura. ¿Es verdad que el principal objetivo de tu vida se ha convertido en salvar a la pequeña Kaname de su destino? ¿Es cierto que deseas evitar que ella se convierta en la bruja más poderosa habida y por haber? ¿Son tus sentimientos verdaderos? Tengo algo interesante que comunicarte: la responsable del potencial actual de Madoka eres tú. Solamente tú. Lo que significa que no importa cuánto luches, de hecho, mientras más lo hagas, sólo agravarás y complicarás la situación. Es realmente curioso, ¿no?" Y es que, en serio, si Kyuubey pudiese expresar emociones, estoy seguro de que hubiera reído entretanto decía todo esto.

La noche de Walpurgis ha llegado.

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El universo en el que se desarrolla la historia de Madoka tiene todos los detalles necesarios para ser un juego de pierdes-pierdes para los humanos. Una civilización superior a la nuestra, o como mínimo más consciente que nosotros de lo que sucede en el cosmos, determina que esta realidad es propensa al desequilibrio y al colapso, por lo que es necesario encontrar una manera para resolver este problema. La solución se presenta al observarnos y percatarse de que la principal diferencia entre nuestras especies, las emociones, son la clave para contrarrestar la anomalía presente en la distribución y flujo de la energía que pone a nuestro espacio en peligro. Hablamos, entonces, de una raza extraterrestre capaz de capturar la energía que liberamos como expresión de nuestra capacidad de sentir y transmitir esos sentimientos para mantener el orden en el orbe. Desde luego, y esto lo menciona Incubator, por más desarrollados que sean estos visitantes, tienen todavía la consideración de no subestimarnos y concedernos la opción de negociar. Es ahí donde se agrega el concepto de "el deseo" que en la teoría debería bastar para compensar el sacrificio humano, una especie de equivalencia de intercambio, pero que en la práctica se transforma en algo cruel, perturbador, malvado, retorcido e injusto.

/por editar.../