4 de febrero de 2011

Primeras Impresiones Anime Winter 2011: Yumekui Merry

Cuando ya tenía mi lista de animes en curso saturada, me animé a iniciar dos series más a modo de "cereza sobre el pastel" (cofcofdrosscofcof). La primera de ellas, Beelzebub, es una comedia sobre un bebé hijo del demonio (literalmente) con complejo de Pikachu/Ginji Amano/Biribiri/High Templar (oh, yo sé que se entiende lo que quiero decir) y de un macarra que tiene que cuidarlo. Dije para mis adentros, ¡oh, se ve divertida!, y decidí dejarla para el final de la temporada al igual que la segunda temporada de Mitsudomoe.

vlcsnap-2011-02-04-09h02m48s222

La segunda fue Yumekui Merry. Y, por sobre todas las cosas, resolví que debía verla EN ESE PRECISO MOMENTO.

Me tenía tentado desde el inicio. Por lo que había visto, el diseño de personajes me agradaba, el estudio era JC Staff y la sinopsis me provocaba curiosidad. La única razón por la que aparté esta serie hasta el final fue porque... a manera de repaso, oninokoto me sonaba a orenoimo, Kore wa Zombie desu ka tenía zombies, Fractale contaba con todo el stuff sobre Yutaka Yamamoto, Kimi ni Todoke era una obligación para mí, Gosick tenía a una pequeña Holmes moe (oh, por el amor de dios), Infinite Stratos debía ser mecha y Dragon Crisis tenía como seiyuu de Rose a Kugimiya Rie. Así que, inevitablemente dada la repleta agenda, sucedió como sucedió.

Estoy contento de haber empezado Yumekui Merry. Tiene tantos puntos fuertes como los mencionados en la entrada de Madoka: animación, ambientación, soundtrack, diseño (mi favorito por mucho); y a su vez cuenta con una refrescante historia que transcurre en medio de realidades y sueños. No es por hacerlo sonar bien, es sólo que en eso consiste, en sueños. Con uno de los pocos personajes masculinos que no he odiado esta temporada, con una protagonista-traga donuts bastante genialosa y (con la mejor amiga de la infancia jamás imaginada; ok, no) con unas fluidas escenas de combate, el mundo planteado en Yumekui Merry tiene para rendir mucho.

Chica que desea regresar a su mundo, chico que tiene un poder para ayudarle, no el determinante (por ahora), así que el que actúe como soporte me alivia un tanto de lo que respecta al protagonismo masculino, seres malvados atacando los sueños de las personas, lo que se presta para harto tema si se piensa un poco, y más, es lo que hacen que me atreva a recomendar este título desde ya. Además, los gatos del primer capítulo estuvieron retorcidamente agradables.