Acabo de terminar las tres temporadas de Hidamari Sketch —Hidamari Sketch, Hidamari Sketch 365 y Hidamari Sketch Hoshimittsu—, así como todos sus especiales, todo esto en cuatro días de rush, lo que podría calificar como el más intenso que he tenido desde la maratón de Tengen Toppa Gurren Lagann y sinceramente me he quedado con ganas de más. Es como si ver un episodio tras otro se hubiese transformado en una necesidad compulsiva recordándome al efecto Transformice descrito como "una comestible e improductiva forma de invertir el tiempo". La cuarta temporada —Hidamari Sketch SP— es inminente y se supone que ya hay un par de especiales rondando por el mundo —pese a no estar aún disponibles ni en versión RAW, creo—, eso es que me pudro de la ansiedad.
Es increíble la facilidad que tiene el show para atraer mostrando a un montón de chicas conversando y comiendo sin parar. Aunque lo que más me impresiona es que las comidas nunca se repiten(?) o algo así. De todas maneras, Hidamari es de esas series que se ganan un lugar especial en el corazón de los seres humanos, así que me va a tocar buscar algunas escenas por allí e incluso dedicarle algunas cuentas entradas mientras espero a que la siguiente temporada sea liberada.
