Shakugan no Shana III: Puerta Divina

La guerra surge de la necesidad de ejercer poder para dar solución a las diferencias que existen entre dos facciones. Eso es, imponer la voluntad de uno de los bandos mediante la fuerza a raíz de no haberlo conseguido por la política. Lo cuestionable es que entre flame hazes y tomogaras nunca ha habido una tregua —o no se ha revelado— en la que se puedan sentar a conversar al respecto, esto es porque han permanecido en conflicto durante muchos años ya, y las buenas relaciones entre ambos grupos han sido inexistentes aparentemente desde siempre. Ya en el pasado Sairei no Hebi intentó alterar las reglas del universo. En qué sentido, a qué coste y con qué calificación en función a diversas escalas de valores planteables se podría sentenciar sus acciones, no se ha precisado hasta el momento. Lo que sí es cierto es que los flame haze consideran a su actuar como una amenaza, Yuuji no parece dispuesto a negociar, y a pesar de que en su discurso incluye el proteger a Shana, sus palabras no otorgan paz a personas como Wilhemina. Es curioso porque Carmel-san también desea salvar a la pequeña de cabellos llameantes, probando que el compartir intereses no convierte en compañeros a nadie. Shana se encuentra prisionera, algunos están más enterados y dispuestos que otros, pero todo continúa moviéndose.

Ese todo es inevitable.

Los flame hazes deben estar preparados para recorrer su infinito camino por su cuenta. Solos, sin más compañía que el caballero del Reino Carmesí con el que hicieron su contrato. Los seres humanos vivimos rodeados de otros porque así lo requerimos para sobrevivir. El trabajo en conjunto, es decir, la unión de capacidades y habilidades de distintas personas con objetivos comunes facilitan la vida de las comunidades y fomentan su desarrollo. Por poner un ejemplo, para combatir a un animal de tamaño mayor, los antiguos hombres se veían en la urgencia de unir esfuerzos para poder vencerlo, sobrevivir y alimentarse. Sin embargo, de haber podido hacerlo sin el apoyo de otros, ¿lo habrían preferido? Citando a otras especies se puede concluir que sí. Después de todo existen animales que no viven acompañados y justamente son, en su mayoría, animales territoriales o que cuentan con la fuerza para defenderse y subsistir por sí mismos. En este punto, la capacidad de sobrevivir por la fuerza propia sería uno de los factores por los que una persona decidiría mantenerse aislado o no. El otro factor es la comunicación. ¿En qué parte de la evolución surge esa necesidad? ¿Es una consecuencia del sistema? ¿Está en los genes? ¿Es parte de la dependencia del individuo acostumbrado a vivir en sociedad? ¿Es una expresión natural? Los flame haze cuentan con el poder para apartarse y vivir con tranquilidad. De hecho, su modo de existencia es precisamente ése. No niegan, empero, que suelen reunirse sea para el intercambio de información o para la cooperación en casos de peligro extremo. Esto es que la motivación que tienen para trabajar en soledad no es la confianza en sus habilidades, sino como parte de una tradición o de un camino de reflexión. Comparar, además, a los guardianes de la existencia con animales salvajes no es lo más recomendable. Los eventos en ciudad Misaki y la humanización de su especie deberían bastar para comprender que no son tan distintos a los humanos en general. Shana muestra una debilidad ante esta condición, un pánico a la soledad que muchos calificarían de normal —dependiendo siempre de la intensidad—, pero que resulta extraño entre los flame haze.

No es que Satou tuviera mayor oportunidad, pero su actuación ha alcanzado un pico de ridiculez. Eso de caer prisionero antes de enterarse ha sido un colmo que tiende a lo obsceno. Outlaw sigue su rol como entidad encargada de concentrar al ejército flame haze ante la cercana batalla. Luego del desastroso incidente en quién sabe qué lugar que ahora mismo no recuerdo en el que fueron emboscados por los tomogara y aniquilados, el llamado a cada representante se convierte en urgencia y Wilhemina no es una excepción, pero con la captura de Shana, la prioridad de la manipuladora de objetos es otra; cosa que no hace muy feliz a los de Outlaw y motivo por el que Satou termina encerrado e incomunicado. A diferencia de Fullmetal Alchemist, en donde los llamados a la guerra eran moralmente cuestionados y el Estado era criticado por el despliegue de tropas y el asesinato de otros seres humanos, en Shakugan no Shana los asesinatos entre bandos están más que contemplados. Nuevamente, la relación entre tomogaras y flame haze es bastante horrible, no se consideran entre sí, ni sus ideales, ni sus sentimientos, ni sus principios. Por otro lado, algunos tomogaras están bien feos. Entonces, la explosiva Rebecca Reed será la carta nueva que hará que todas las piezas se acomoden. Satou es liberado, Wilhemina obtiene el apoyo que llevaba veinte de cinco capítulos solicitando y Margery-san tiene ahora una oportunidad para recuperarse. Lo siguiente que se vea será una gran colisión por el frente entre las tropas de uno y otro bando, y el rescate de Shana ejecutado por el equipo de fuerzas especiales conformado por los personajes recurrentes e indestructibles de toda la vida.

Sairei no Hebi requiere su cuerpo para llevar a cabo el cambio del mundo que tanto se empeña en exclamar. Para ello, es necesario abrir una entrada hacia el abismo al cual fue arrojado y el que se supone sella cualquier tipo de poder, incluso el de un dios. El truco usado es el de crear un vínculo entre el prisionero dentro de aquella dimensión y un punto que se encuentre en el exterior. Por supuesto que no existen detalles al respecto, ya que no hay una teoría real detrás del universo de Shakugan no Shana. Ésta es una verdad, en consecuencia, que se debe asumir en base a nuestra ignorancia y en función a lo mucho que encaje, al menos a nivel superficial, con los parámetros ya descritos del mundo expuesto en el anime. Más o menos como cuando uno se deja deslumbrar por historias que involucren agujeros de gusano o viajes en el tiempo. Están sólo los principios básicos, pero le falta claramente un sustento científico real, lo que no afecta al desarrollo de la trama. De los muchos detractores sobre la presencia de Shana en territorio tomogara, fue Hecate la que pasó a la acción. Más allá del daño infligido, su ataque dio pie a la revelación del motivo tras la conservación de la tsundere. Sin negar el amor que Yuuji experimenta por la chica de cabellos rojos, el fin último es una contención del poder de Alastor. La racionalización es explícita y fácil de entender: si le matamos ahora, regresará en cualquier momento y nos sorprenderá; mejor es bloquearle y negar la posible conmoción. Pues bien, Wilhemina y compañía no están de acuerdo.

¿Y qué será de Kazumi a partir de ahora? Rechazada, sin poderes y lejos de la acción. El encuentro con Khamsin es bastante oportuno —o quizá no— y la historia narrada por el tipo es curiosamente ilustrativa. Yoshida-san enfrenta una crisis existencial como resultado de los últimos acontecimientos. El amor trasciende complicaciones. Si el flame haze intentaba incluir al rechazo dentro de esas "complicaciones", Kazumi podría verse nuevamente motivada a hacer uso del hougu que le dio Pheles con sus conocidas consecuencias. ¿De qué tipo de amor se está hablando cuando se empieza a mencionar el sacrificar la vida propia, el desobedecer, molestarse, asesinar, maldecir, y demás como elementos que no cancelan el amor —con las palabras del compañero de Behemoth—? Aún si continúa siendo amor, porque se entiende que los hay de muchos colores, ¿se le puede catalogar como uno sano? El entregar la existencia por amor toma un punto de divergencia según sea el principio desencadenante. Eso es que se hace porque no se valora la propia vida y el impacto que la pérdida tendrá en las personas que le rodean, o porque está presente una motivación espontánea, natural y pura. La diferencia entre una entrega por baja autoestima y otra por abnegación, una línea tan delgada que para muchos —me incluyo— pasa desapercibida o directamente se niega su estancia.

Que empiece el combate.