19 de septiembre de 2010

Necesitando sólo una bolsa negra... tamaño grande


Tras el asdfeosísimo final de la cuarta temporada, no hay serie alguna que haya esperado con mayor ansia que Dexter.

Hasta la tercera temporada, el patrón por cada bloque de capítulos parecía siempre ser el mismo. Empezaba con la voz en off tradicional, aparecía un asesino serial que sería del que se hable durante el resto de capítulos, Dexter conocía a un compañero(a) a quien le confesaría su secreto y, al final, el asesino principal caía en manos del protagonista de la serie, el compañero que conocía el secreto siempre moría y la voz en off nos despedía dejándonos claro que lo único que tenía que hacer Dexter era continuar fingiendo y apoyarse en su mundo construido a base de mentiras y no en el sincerarse con nadie nunca jamás.

Eso fue lo que se vio con su hermano de sangre, con el policía negro, con la chica adicta, con el amigo de Dexter y, finalmente, con Trinity (nótese que apenas recuerdo los personajes de la última temporada). Sin embargo, aunque las tres primeras temporadas terminaban con el mundo falso en perfecto balance y siempre con un pie a ser todavía mejor, la cuarta temporada rompe ese esquema, destruye el patrón y llena de un millón y medio de conjeturas la cabeza de personas como yo que no pueden dejar de preguntarse hacia dónde va todo.


Éste es con spoiler de la cuarta temporada.

La quinta temporada se estrena el 26 según el video promo. Voy a necesitar un par de grageas Nervo Calm.