24 de mayo de 2011

Primeras Impresiones Anime Spring 2011: Hidan no Aria

Es difícil tolerar para mí unos parámetros de escenario como los que Hidan no Aria propone. Intenté ser lo más openmind que pude, pero conforme avanzaron los episodios, mientras apreciaba más y más inconsistencias, algunas más burdas que otras, empecé tomándome menos en serio a la serie, eso es, disfrutando aún de la comedia por sobre la ficción, hasta cuando ya ni siquiera eso era posible. Las tramas absurdas me agradan, pero aunque lo ilógico es enteramente disfrutable, me es imposible aceptar un anime que no respeta ni a sus propios irregularidades. Hidan no Aria pasó de ser prometedora a llevarse el título de troll de temporada (nunca al nivel de Dragon Crisis, claro). En fin, la acción y la comedia pueden caminar juntas de las manos y hacerlo bien, pero también lo contrario.



El inicio de la historia de la pelirrosa con coletas ya establece un universo intolerable. Es como si el autor no se hubiera detenido siquiera un segundo a pensar en si semejante propuesta podría ser o no sostenible, no sólo en la realidad, ya que entiendo perfectamente las diferencias, sino que en cualquier mundo en el que se pelee por las razones que mencionan se hace. La existencia de los butei, quienes vendrían a ser personas entrenadas para el uso de distintas armas, con permiso para matar y que están por sobre las reglas que se supone cuidan a civiles como yo, es inaceptable. En principio, no se trata de simples "vigilantes", sino que estos, en contraste con los policías, en principio (y todo esto es explícito) trabajan por dinero, y después, su modus operandi, luego de ver unos capítulos más, es más del tipo militar. Lo pondré simple, ¿se puede tolerar un despliegue militar privado (porque si es a coste no está cubierto por el Estado) entretanto se les facilita leyes que les defiende en su agravio contra los derechos humanos apoyados sólo en un discurso ético (como el del juramento médico, pero aquí toman vidas) incrementando así los índices de violencia que se supone combaten y, todo esto, mientras se agregan escuelas que educan a adolescentes para que se desempeñen como asesinos a sueldo cuando sean grandes? En serio, ¿cuál es el plan para reducir los índices de agresiones? ¿Formar asesinos con criterio?

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Se podría empezar a hablar sobre por qué existe inseguridad en las calles del país en donde se desarrollan los hechos, pero no hay ni pista de la razón. Como sea, partiendo de la idea "los movimientos antisociales no existen porque no haya quien los prohíba, sino como resultado de un descontento por un x motivo", lo que se consigue al refrenar estas expresiones (pese a que no son correctas) es todavía más violencia. Hablamos de un ambiente en el que ha sido necesario diseñar un nuevo sistema de contención armada como resultado de la ineficiencia de los sistemas tradicionales (léase, seguridad civil, policías, militares, etcétera), y cuya promoción es autorizada desde arriba. Si un golpe de contención contra un grupo radical no fue efectivo, eso quiere decir que los niveles de terrorismo continúan vigentes, por lo que se crean incluso escuelas para aumentar la producción del capital humano capacitado. Capacitan niños para que sean mercenarios. La ciudad brilla, está toda bonita e iluminada y, sin embargo, los intentos de moderación del país continúan violando no sé qué infinidad de leyes de sentido común a pesar de haber demostrado ser un fail total, siendo la mejor prueba el hecho de que aún después de que un sistema como el butei haya terminado de establecerse y volverse común, esto continúe siendo imprescindible.

Lo que me lleva a toda este razonamiento complejo y aburrido es a lo que uno espera cuando se trata de un anime sobre disparos. Desde Noir hasta Full Metal Panic!, y desde éste hasta Black Lagoon. Vamos, que los disparos son significado de acción más parametrados y que deberían ser tratados con mayor seriedad. No se puede pretender esquivar disparos sin una explicación. No se puede simplemente disparar sin una razón. Y no se puede inventar las razones, sino que éstas deben responder a la seriedad que uno espera. Una seriedad mínima, pero necesaria en la fórmula. No es un anime de ninjas, shinigamis o espers en donde eso es irrelevante y las peleas con katanas y bolas de energía diversas son factibles mientras que los motivos pocas veces son cuestionados. Joder, que esto atenta contra la maldita fórmula. Pero estoy seguro que incluso estas referencias implícitas cuentan con unas bases mucho mejor trabajadas que este anime de chicas y disparos.

Superado este punto, sólo me hizo falta ver el primer combate cuerpo a cuerpo del episodio cuatro para darme cuenta de que esto no iba a ser lo mío. No de la manera como pretendía disfrutarlo. No es que no esté preparado para aceptar un shounen con moe y disparos, es sólo que no es la forma. Por otro lado, la actuación de Rie cumple, comparado con el horrible personaje que Rose le significó y lo irrelevante en lo que se está convirtiendo Lotte no Omoccha! (donde está mi comedia ecchi de temporada, dónde), adoro esto, sí. Lo demás es genérico, seriamente, sólo rescatado por las escenas de acción que, para un público el cual esperase algo distinto a mí, puede que satisfaga.