De entre todas las series que se han estrenado esta temporada, la continuación de la saga To Aru es la que más me ha tenido rayado con la espera. Y sí, lo sé, me frikeo demasiado fácil con este tipo de cosas. No sé por qué no puedo simplemente disfrutar con lo que está siendo transmitido en el momento en lugar de morirme por el deseo de ver un distante capítulo al aire. Pero toda esa ansiedad tiene su recompensa, y es que mientras más y más esperas algo, cuando al final llega...
Genialosísimo OP que me recuerda al primero.
Y es mejor de lo que esperabas... Eres tan inmensamente feliz que decides comprarte dos latas de Burn para celebrar la buena nueva con toda una amanecida de estrenos, juegos y flood en algún foro errático.
Desde la primera toma en la que aparecieron Touma e Index (los extrañaba, así de extrañarlos de veras), hasta la aparición de Biribiri (era necesaria una escena tsundere así), ya había tenido todo lo que esperaba de un primer capítulo. Luego, la escena de Touma negando todos los ataques del tipo de los ojos cerrados, las bromas sobre la tarea incompleta del joven y la parte final con todo ese aire de misterio y genialosidad, provocaron que me quede con todavía más ansias que las que tenía antes de empezar.
Necesito más y pronto.
