31 de octubre de 2010

The Amazing Spider-man: Tarántula con nostalgia

Aunque las películas de Spider-man tengan los efectos especiales que tienen y, con ello, hayan conseguido darle aquel toque natural que otras producciones como Dragon Ball Evolution o, por ejemplo, la primera película de Hulk echaron en falta; en mi opinión, estos filmes pecan al no seguir la historia tal como yo la recuerdo. No es que sea una pésima adaptación, no es eso (de hecho, las pelis me gustan), es sólo que todo lo que tenga que ver con Spider-man tiene que ser como yo me acuerdo que era. Y la culpa de todo lo tiene aquella serie que vi de pequeño, en Wikipedia figura como Spider-man (The Animated Series).



La influencia que esta serie de dibujos animados tuvo sobre mí fue tan fuerte que (no recuerdo si ya lo mencioné antes) los poderes de la araña competían con el kame hame ha de Gokú en querer corromper mi sugestionable mente de chiquillo fantasioso provocando que invirtiese cuestionables minutos de mi tiempo o en concentrar mi ki, o en intentar quedarme pegado a alguna aleatoria pared. Lo dejé de intentar hace mucho, nunca funcionó.

Para mi suerte, la serie animada de Spider-man tiene que ser considerada la mejor adaptación jamás hecha del trepamuros en dibujos animados. Ésta me permitió conocer a la mayoría de enemigos principales de Spidey, así como también disfrutar de su historia correctamente expuesta (a excepción de lo del hombre de agua vs la ausencia del de arena no he encontrado otro fallo) y siempre manteniendo esa tendencia de Peter de reflexionar en no batalla y en batalla (no recuerdo si habían bromas, ¡no lo recuerdo!) que me resultaba tan genial por aquellos días de mi casi pubertad.

Por ello, ahora que ya estoy más grandecito y los días de mi casi pubertad van quedando cada vez más atrás, lo único que me llena no son las películas, sino el cómic original The Amazing Spider-man (sí, he madurado muchísimo).

En una entrada anterior (y tras buscarla para añadir el enlace, sí que ya había mencionado lo de mi doble trauma) comenté que empezaba con la lectura de Grim Hunt (Cacería Macabra) que empieza en el número 634 de TASM y termina en el 637 y, tal como el título del capítulo lo indica, sí que han sido cuatro tomos bastante macabros. Con lo difícil que es ver personajes morir en este cómic, sólo en este capítulo murieron tres (lo siento por el spoiler), entre los cuales estaba un personaje que conocí en la serie animada y otro al que le agarré estima al leer las últimas historias en papel: Madame Web y Kaine respectivamente.

Aunque ambas muertes vienen con truco.


Tarántula, wth?

Lo resaltante de este capítulo es tanto el arte usado que se presta perfectamente para dar esa impresión sombría y macabra necesaria para el feeling, como también la historia corta sobre el encuentro en el pasado entre Sergei y Kaine cuyo final encaja también con el del arco principal que me maravilla. Definitivamente es eso y el hecho de que suelo meterme demasiado en las historias. Entonces, el siguiente capítulo se llama One Moment in Time y lo empezaré más adelante, que ya casi estoy por alcanzar el último de los tomos traducidos.

Y sí, hay más muertes que tres.