2 de diciembre de 2010

Facebook: Dibujos de mi infancia {Conclusión}

AHHHHHHHHHHH.

Hace unos días estaba esa movida por quien sabe qué motivo ya olvidé en el Facebook y en la que muchos conocidos y desconocidos participaron: cambiar la foto de perfil por una de un dibu de la infancia. Con los días esta actividad irá siendo dejada cada vez más y más de lado hasta que algunas personas como yo que no cambian muy seguido su foto, terminen olvidando incluso de por qué rayos tienen todavía una foto con una imagen de un dibu todo raroso que por alguna extraña razón les recuerda algo de cuando eran más pequeños.

Porque me puedo olvidar el motivo por el cual subí esa imagen, pero no de esa imagen.

Y, en serio, me ha entrado esa nostalgia cuando buscaba pics para subir, mientras recordaba aquellas caricaturas que llenaron no precisamente mis diez y pico años, sino, todavía yendo un poco más atrás, mis cuatro y pico años. Que aunque no recuerde mucho, todavía algunas intros, algunas escenas, inclusive algunos capítulos enteros que me he dado el tiempo de revisar en YouTube sobre estas series de los noventa, me traen esas imágenes curiosísimas a la cabeza.

Antes de cambiar mi imagen, de hecho, antes de olvidar que tengo que cambiar mi imagen, me gustaría dejar expuesto todo lo que he rememorado la semana pasada, lo cual, a pesar de estar bastante bien resumido en una discusión de Foros Perú, no termina de parecerme suficiente.


Los Gatos Samurai

El primer dibujo animado en el que pensé fue Samurai Pizza Cats (Los Gatos Samurai), todavía sin recordar en qué canal local lo transmitían. Me lancé sobre esta serie porque estoy completamente seguro de que era un dibu que me gustaba en demasía por esas fechas. Más que nada porque lo que recuerdo perfectamente es que, años más tarde, cuando me instalaron la televisión por cable por primera vez, casi muero al ver que todavía pasaban los capítulos por Fox Kids (ahora Disney XD).


Sin embargo, no me quedé allí. Cuando le pregunté a mi papá por algún programa que haya visto cuando era pequeño, me recordó tanto a Saint Seiya (Los Caballeros del Zodiaco) como a los Power Rangers (en su primera temporada, claro), pero yo no buscaba esa respuesta. Mi hermana atinó a soltar un "pensé que te pondrías una imagen de Goku" (casi recordándome de paso que me gustaba correr como el saiyajin de pequeño, con las manos hacia atrás), pero eso tampoco era lo que quería. De alguna manera u otra, logré relacionar estas series con los Thundercats, y, entonces me di cuenta que lo que yo quería recordar no era un programa de acción.

Lo que quería recordar era a los dibujos animados del CANAL SIETE.

Nopo y Gonta

Por los años noventa, el canal que, cuando yo todavía veía canales locales (o televisión en general, que ya no lo hago), se llamaba TNP, o canal 7, transmitía una serie de programas de televisión bastante curiosos. Entre los más conocidos deberían estar Nopo y Gonta (Dekirukana), aunque debo confesar que yo prefería lo de 1, 2, 3 Matemáticas, con Nico y Tap. No recuerdo mis razones, pero todavía tengo grabado en mi cabeza aquel capítulo de las medidas en las que probaron que un vaso más alto no necesariamente tenía mayor capacidad que uno más bajo y ancho; así como también no sé si en otro episodio o en el mismo, dieron a entender la importancia de un sistema métrico universal para que no existan confusiones a la hora de indicar medidas de un objeto. En serio, lo de 1, 2, 3 Matemáticas me encantaba.


Penny Crayon

Además de eso, olvidar a Penny Crayon es imposible. No me acordaba el nombre del programa hasta que hace unos años un amigo se refirió a este dibu por su título, igual y yo lo recordaba por lo del lápiz mágico que tenía la protagonista y que le permitía hacer real todo lo que dibujaba. Esto se prestaba para situaciones bastante geniales, como aquel capítulo del circo o del paseo al museo. Lo curioso es que no he podido traer a mi cabeza antes de consultar a uno de mis programas favoritos, Ric Raven, el cual adoraba por sus ingeniosos elementos cíclicos. Si el video que voy a dejar a continuación persiste en el tiempo, entonces me parece la prueba perfecta de la idea de "elemento cíclico" que quiero transmitir. Esto me mantenía pegado al televisor todo el rato.


Ric Raven

Jimbo me gustaba, no estoy seguro de por qué, pero el opening era bastante cantable. Y sí, la canción de La Familia Ness no dejaba mucho que desear tampoco, de hecho, la animación de la canción de entrada me atraviesa el cerebro. Como sea, lo de Mr. Benn era otra de mis caricaturas favoritas. Trataba de un tipo que iba a una tienda de disfraces, elegía uno y era mágicamente trasladado a un universo acorde a su vestimenta de turno. Buena, era eso, o tenía una gran imaginación. Es de Mr. Benn, de quien tengo justo ahora la imagen de perfil en mi Facebook.

Mr. Benn

Para terminar, señalar que hay muchos otros dibujos más, como aquel cocodrilo al que, creo yo, le gustaba la mantequilla de maní, o lo de la familia de osos que ocasionalmente iban por miel, así como también el hipnotizante Rey Rollo, el cuestionable vampiro Ernesto, los dibus que trataban sobre La Biblia (La casa Voladora y El Super Libro), y más, rayos, muchos más. Mención especial a los cuentos con marionetas que a veces me dejaban una sensación extraña con sus finales retorcidos.

Recordar todo esto ha sido divertido, ver algunos episodios en YouTube de todo esto, win.