30 de diciembre de 2010

Jugando —o sufriendo— I wanna be the guy (Final)

Lo prometido es... eso, pero hay ocasiones en las que no me gustaría que aplique así que no me lo voy a recordar. Como sea, ésta es la última parte del recorrido de I wanna be the guy, los agradecimientos respectivos se encuentran en la parte uno del video y, entonces, con ello siento que he cumplido con algo en lo que va de todo el año (al menos con lo que respecta al blog, claro). Uplodear a YouTube es lo más increíblemente doloroso que puede existir en la vida.



Sobre el inicio, es necesario que OBVIEN cada mención que hago sobre el número de partes que me ha tomado superar el recorrido porque ni yo mismo entiendo bien. No interesa cuántos videos he creído que han sido o he dicho que fueron, sino los que en realidad están subidos a YouTube, que son todos y no hay más (excepto por las escenas recortadas del enfrentamiento contra Drácula, que al final es algo que sólo yo poseeré). Además de eso, en los primeros dos intentos DEBÍ vencer al boss, es sólo que no recordaba la tercera fase de su segunda fase (¡sí, tercera de su segunda, sí!), así que realicé un montón de movimientos innecesarios y estúpidos y morí penosamente para luego caer en un periodo de "miedo de perder" y jugar a la segura (lo cual es malo en este juego), en lugar de "a lo suicida" que es lo que suele funcionar. Por ello, luego de las primeras oportunidades, empiezo a perder más seguido en situaciones cada vez más ridículas.



En ese punto es cuando surge esta segunda parte del video. Más minutos de más muertes lamentables. Lo resaltante de esto es que decido recortar las escenas para ahorrar tiempo (lo cierto es que me ha tomado mucho más de 36 minutos vencer al coso ese), con ingeniosas sugerencias del tipo "mejor despauso cuando el jefe me está lanzando su fuego y ya no tengo oportunidad de esquivarlo, de seguro que eso me hace ahorrar tiempo, jejeje". NO. Así que gracias a ideas de esa naturaleza, la grabación se extendió todavía más amenazando con frustrarme y descartar todo y volver a empezar otro día.



Pero eso no sucedió, ya que gracias a la magia de I wanna be the guy (gomen, Vardoc, tomo esa expresión prestada), terminé cada vez reaccionando con mayor velocidad a los ataques del enemigo, esquivando de forma casi sobrenatural y, aunque los dedos ya me sangraban, dejé de sentir dolor cuando recuperé la esperanza de vencer al boss en ese preciso momento. En serio, después de jugar tanto, llegas a notar los ataques en cámara lenta. Es genial.

Y, de esta manera, medetashi medetashi...

Agruparé los links a todos los videos en una página resumen y la adjuntaré a la barra lateral para el fácil acceso. También se cuenta siempre con la opción de suscripción a mi canal de YouTube. Y, desde luego, cualquier sugerencia de juego de plataformas difícil, pero no imposible, será bien recibida.

Felicidad absoluta y a seguir con Super Meat Boy.