La final de la MLG está a la vuelta de la esquina. Sí, de esa esquina. Siendo yo completamente nuevo en todo esto de Starcraft II, y gracias únicamente al intento de acompañar en su transición a los progamers de siempre, estas últimas rondas de la liga me han servido sobre todo para culturizarme. Mi nivel de entendimiento sigue siendo escaso, pero, para no haber probado el juego más allá de un par de partidas contra la CPU en el beta —mi PC colapsaba, no podía disfrutarlo—, el poder distinguir las unidades en la pantalla y empezar a comprender el flujo de los tech trees sin revisar los charts ya es un avance. En serio, DotA y demás MOBA o ARTS son un claro ejemplo de lo horrible que es no ubicarse en la pantalla, y lo he sufrido. En paralelo con esta evidente mejora, está el hecho de empezar a distinguir íconos de esta nueva escena profesional, tanto para el posterior stalking, como para alcanzar ese índice de integración con este nuevo mundo. Alicia, Sase, Stephano, MarineKing y DRG son nombres que ya se me están quedando y es lo que más le agradezco a esta MLG. Bueno, quizá no más que el KeSPA Invitational. No voy a extenderme más allá de este párrafo, ya que el equipo de TL es brutalmente más rápido para estos eventos —me imagino que porque el acceso es más simple para ellos— y la cobertura es instantánea, sólo decir que realmente disfruté de los juegos de anoche, el desempeño de Flash fue excepcional, y aunque no pude centrar mi atención a las partidas de Jaedong y Bisu antes de su encuentro, me ha alegrado ver cierta mejora. Lo mejor han sido los sets entre Lee Young Ho y Soulkey y la broma —que ya no sé si es verdad— de que el joven bonjwa le haya ganado a Stork con problemas en su teclado.
Entrevista. Nada más que decir, el hype se notará más en mi twitter. Ahora sólo a esperar a la final de la MLG.
