17 de abril de 2012

Sankarea: Lo he... conseguido

Similar al tema que se trataba en el primer episodio de la parte dos de Fate/Zero, el amor es subjetivo. No existe una única manera de demostrar este sentimiento, pero eso no implica que no haya un ideal, un esperado e incluso un estándar. Un sádico puede demostrar su intenso amor haciendo daño al otro, pero eso no tiene por qué ser ni correcto ni un modelo a seguir. No obstante, el que no sea correcto ni un modelo a seguir, no invalida esa clase de amor. Uno es libre de enamorarse, pero eso no supone que la otra persona sienta lo mismo. En el punto en el que se busca algo más que amar unilateralmente, entra en consideración una vieja regla conocida: los derechos terminan donde comienzan los del otro. Y nada de agujeros legales —cofcofsusanitacofcof—, esto es claro. Este principio tiene prioridad sobre la mayoría de órdenes jerárquicos actuales —digo mayoría por si haya alguna excepción que desconozca—. Cuando se pretende establecer una relación o ya está una presente, con cierto nivel de dependencia o sin él, la característica subjetiva del amor, si bien no se extravía, permite la aparición de lo que es correcto y lo que no, siempre en función al criterio y deseo de los involucrados. Por ello, cuando Rea-chan descubre lo retorcido del afecto de su padre al comparar su estilo de vida con la de su compañera, tiene todo el derecho a exponer su conclusión y hacerla valer; pese a que esto no descalifique el raro cariño que su progenitor siente por ella, el que éste le fuerce a continuar con las demostraciones de afecto que la chica rechaza, le ubican en el grupo de lo incorrecto.

sankarea17041

El gato revivió, la chica se suicidó. Es hora de hacer magia, Furuya-kun.