Comparado con el evento del año pasado es evidente que esta vez se la han pensado más. Aparte de que los mapas de Tig siempre son geniales, el mapa 777 no era precisamente de los que facilitaban más acción. Y si alguien se preguntaba por qué rayos un evento de pesca en abril, esto puede ser de ayuda.
Lo más divertido, las situaciones aleatorias que se presentan cuando hay lag o cuando el bote se da vuelta y mata a todos —es un rofl mental asegurado—. Lo que menos me agrada es la idea de que ahora todos tengan la ropa de peces y gato. Les odio.
